Esta receta es parte de un proyecto en desarrollo. Esta es la primera etapa, y si resulta bien, les contaremos la historia completa.
Es sorprendente lo fácil y rápido que es hacer jarabe de chocolate en casa. Las aplicaciones, por supuesto, son infinitas. Mirad lo simple que es:
Mezclemos una taza de cocoa en polvo sin endulzar con una taza de azúcar y 1/4 de cucharadita de sal en una olla no muy grande. Quizá haya que deshacer eventuales grumos del cacao en polvo. Cuando todo esté bien mezclado, añadamos una taza de agua fría y calentemos batiendo constantemente.
Unos minutos después de que hierva, el jarabe comenzará a espesar. En ese momento saquémoslo del fuego y dejémoslo enfriar. Al enfriar el jarabe se pondrá más viscoso.
Se supone que dura un par de semanas en el refrigerador, si es que sobrevive tanto tiempo 😉
Se puede utilizar con la leche, con frutas, para bañar pasteles y un largo etcétera.
Lo bueno de este jarabe, comparado con los jarabes comerciales, es que sabemos qué tiene, y decidiendo qué cacao usar podemos crear distintos jarabes.
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